CÁNOVAS DEL CASTILLO 3

SESIÓN 3

CARÁCTER

Con independencia de los juicios históricos y de las simpatías o antipatías que la figura de Cánovas suscite, es de general reconocimiento su talante transaccional y pragmático

su actuación práctica, de adaptación a las circunstancias, a veces incluso en contra de sus propias convicciones, en cuestiones como la restitución del patrimonio real, la tolerancia religiosa o la aplicación de la ley del sufragio universal. Igualmente se destaca su eclecticismo y capacidad de conciliación entre las distintas facciones (“gobernar es transigir”) y su absoluto respeto al principio de legalidad, como garante del orden social y del orden público, lo que hizo que durante sus etapas de Gobierno las Cortes aprobaran multitud de leyes que en otro tiempo no hubieran pasado de ser, quizás, meros reglamentos. En lo territorial fue evolucionando hacia posiciones fuertemente centralistas, opuestas no ya con cualquier tipo de autonomías territoriales sino con simples descentralizaciones administrativas.

Poseía, además, una perspicacia singular

para detectar el mérito ajeno y hacerle

justicia

Era un gran orador, dotado de punzante ironía y quizás un punto de soberbia. Sus amigos y enemigos le otorgaron el sobre nombre de “El Monstruo”.

Opiniones sobre Cánovas

Seco Serrano le atribuye el mérito de haber introducido en España un clima de paz, cerrando los numerosos frentes de guerra abiertos durante el periodo histórico anterior, sobre la base un Constitución “ecléctica”, la de 1876, todavía la de más larga duración en la Historia de España, cincuenta y cinco años, y de haber puesto fin al militarismo imperante a lo largo del siglo. Santos Juliá, en cambio, le achaca haber sido el creador de un sistema político fraudulento que dejó un Estado en bancarrota en una sociedad analfabeta.

PENSAMIENTOS DE SUS CONTEMPORANEOS

Galdós: la Restauración, “años y años y lustros de atonía, de lenta parálisis” 

Madariaga llegaría a acusar a Cánovas de ser el mayor corruptor de la vida política que España ha conocido.

Ortega y Gasset dijo de la Restauración que fue “un panorama de fantasmas y Cánovas el "gran empresario de la fantasmagoría”

Intelectuales y partidos de izquierda denunciaban una España de“Oligarquía y Caciquismo”, de la que eran instrumentos preferidos el “encasillado” y el “pucherazo”

  

http://manuelblasmartinezmapes.blogspot.com.es/2008/05/presidentes-de-consejo-de-ministros.html

Anécdotas

Fueron unas señoras a pedirle favores administrativos a D. Antonio Cánovas del Castillo, en un momento determinado de la conversación, una de ellas le dice:

"Don Antonio , debe usted estar harto de nosotras, que no hacemos más que pedirle cosas.

- Señora, respondió Cánovas, a mí las mujeres no me molestan por lo que me piden, sino por lo que me niegan".

Una señora le preguntó a Cánovas que qué se podría hacer para evitar la calumnia. El malagueño le contestó: "Hacer lo que dicen que hacemos."

. El conde de Gamazo, que a la sazón orientaba los primeros pasos parlamentarios de su cuñado Antonio

Maura, acostumbraba a decirle al patriarca conservador:

-Tengo un cuñado, don Antonio, a quien me gustaría que usted oyese...

Y un día, por fin, Cánovas oyó al "cuñado". Y lo hizo, por cierto, con tan

extremada atención, que Gamazo, ufanísimo, no pudo menos de decirle a

don Antonio:

-¿No le decía yo que tenía un cuñado...?

Don Antonio le atajó con la mirada y en seguida puntualizó:

-Perdón, amigo. Pero el que tiene un "cuñado" es Antonio Maura